Cinco años le ha costado al director Andrés Sanz sacar adelante este documental de misterio sobre Las Meninas de Velázquez, la obra de arte con más interpretaciones de la Historia. Un trabajo originalísimo por su forma de afrontar la temática. Ya que en esta ópera prima, Sanz ha hecho un documental de misterio que intenta desentrañar las peculiaridades que encierra esta obra maestra de la pintura española.
Con una documentación extraordinaria, asombran los geniales testimonios de los expertos de Velázquez más reputados del mundo, así como estudiosos interesados en él como el historiador estadounidense Jonathan Brown, los conservadores del Museo del Prado Manuela Mena, Javier Portús y Matías Díaz Padrón; el historiador del arte Fernando Marías; el académico Félix de Azúa; los expertos del Metropolitan Museum de Nueva York Keith Christiansen y Michael Gallagher o el pintor Antonio López, entre otros muchos. Aunque, sin duda, una de las aportaciones más apasionantes es la de Francisco Calvo Serraller, el respetado historiador, ensayista, crítico de arte y catedrático universitario español, que fue director del Museo del Prado entre los años 1993 y 1994, y que dedicó muchas horas a observar y a analizar Las Meninas.Desgracidamente falleció el pasado año por lo que no ha podido ver el estreno de la película.
Si dentro de los documentales los testimonios son una parte usual, lo original de esta película es la incorporación de animación en stop-motion, que le permite recrear al cineasta, mediante miniaturas, los posibles movimientos anteriores de los personajes que aparecen en el cuadro y que a él se le asemejan metidos en una especie de caja, cual figuras de cera. También en el desarrollo de la película ha introducido secuencias cinematográficas, tanto extraídas del NODO, como de películas de la Filmoteca Nacional, con el claro objetivo de dinamizar el ritmo, lo que consigue con creces debido a su milimétrico trabajo.
Todo nos lleva a una película que sin duda atrapará a los interesados en el arte, sean o no estudiosos, y también a cualquier persona que busque asombrarse cuando entra en una sala de cine.
Para: imprescindible para cualquier aficionado a la pintura, amante de la obra de Velázquez y, en general, a cualquier espectador que le guste el buen cine.