El irlandés es la prueba más palpable de por qué Martín Scorsese es uno de los grandes del cine, porque su película es, junto con la trilogía de El Padrino de Coppola, lo mejor que se ha visto en pantalla sobre el mundo de la mafia. Aquí nos lleva hasta los convulsos años 60 y 70, y en una narración en primera persona, conocemos cómo extorsionaba el hampa americana y sus increíbles ramificaciones en el mundo de la política
Se trata de la primera colaboración entre Netflix y el veterano director, quien ha declarado que ha sido la única compañía dispuesta a financiarla. No obstante, al igual que con Roma, de Alfonso Cuarón, podremos verla antes en las salas de cine.
Como en Malas calles (1973) o Uno de los nuestros (1990), dos películas memorables de Scorsese, El irlandés bucea en el mundo de la mafia y la violencia, pero también en otro tema recurrente de su filmografía: la religión católica, las creencias. Basada en la novela de Charles Brandt : "I Heard You Paint Houses", narra la historia de Frank Sheraan, un auténtico matón que trabajó al lado de peligrosos individuos del pasado siglo XX. En ese escenario la película recuerda la desaparición de Jimmy Hoffa, un importante activista sindical que llegó a tener un peso importantísimo en la vida norteamericana.
El ritmo de la película permite que no decaiga el interés, algo reseñable porque dura 209 minutos, pero lo realmente increíble son esos diálogos cargados de ingenio y medias palabras con las que se comunican los gansters. Pero la película también es redonda en la puesta en escena de época, la fotografía o la banda sonora, que funciona de forma perfecta. Desde el traveling del arranque de la película ya se augura que estamos viendo cine con mayúsculas
En el reparto, Scorsese ha contado con un trio inmejorable: su amigo Robert de Niro, que también es productor de la película, Al Pacino y un magistral Joe Pesci.
Estamos ante cine de calidad, con profundidad, donde se bucea en el alma humana. El largometraje podrá contemplarse en Netflix el día 27 de noviembre, no obstante, para disfrutarla en su plenitud, les recomiendo que pasen por caja y vayan a verla antes al cine.
Para: los amantes del buen cine.