DreamWorks Animation, los estudios responsables de Shrek y secuelas, Los Croods y, la más reciente, Los tipos malos, vuelven a contar con Antonio Banderas para poner voz a El Gato con Botas y, en su doblaje español, también está la artista Rosario Flores como Mamá Luna.
Porque, en la cartelera seguimos de regresos, ahora le toca el turno a El Gato con Botas, un felino que conocimos en las divertidísimas películas del ogro verde Shrek y que también tuvo film en solitario de protagonista hace once años.
En la nueva aventura descubrimos que el Gato con botas sigue igual de osado, lo que le lleva a despreciar el peligro. Pero las alarmas le suenan cuando descubre que ha gastado seis de sus siete vidas. La única oportunidad de volver a la casilla 0 es encontrar la mítica Estrella del deseo con el fin de recuperar las vidas que ha perdido, por esa razón emprenderá una gran aventura en la que le acompañará la audaz gata Kitty y un chucho optimista y hablador llamado Perro.
Suponemos que para emular el éxito en taquilla de las películas de Shrek, los creativos de los estudios han recurrido a elementos argumentales que funcionaron en las del ogro verde como introducir en la trama personajes de cuentos infantiles clásicos, aquí a Ricitos de Oro y los tres osos, diálogos ingeniosos, giros argumentales y algo de dramatismo. Pero la excesiva duración de la película (dos horas) y, fundamentalmente, cierta complicación en el desarrollo, situando en primer plano a personajes oscuros como Lobo, el siniestro cazador de recompensas que porta dos guadañas, la convierten en una propuesta que no resultará especialmente entretenida para los más pequeños de la casa. Y es que segundas partes nunca fueron buenas salvo excepciones.
Lo mejor sigue siendo el excelente dibujo digital en 3D, de colores vivos, que nada tiene que envidiar al de los estudios Disney-Pixar, donde ha jugado un papel fundamental el diseñador de producción Nate Wragg, que también trabajó en Los Croods: Una nueva era, que ha elaborado unas imágenes muy bonitas que parecen haber sido elaboradas a mano. A ello se suman algunos diálogos ingeniosos pero están muy por detrás en humor a cualquiera de las películas de la saga de Shrek.
Como se trata de una película para menores no falta un mensaje para llevarse a casa, que resulta predecible desde el momento en que nuestro temerario gato se pone en camino: sólo diremos que el azaroso camino para conseguir la Estrella del deseo le servirá al felino para madurar y valorar lo que realmente importa en la vida.
Para: los que les gusten las películas de animación que no son de Disney.