Auténtico y desconocido relato de la huida de dos judíos eslovacos del campo de concentración durante el año 1944. Tras una planificación meticulosa, Alfred Wetzler y Rudolf Vrba escaparon con la esperanza de que su testimonio sobre el genocidio ayudara a salvar vidas.
La frase del poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana : “Quién olvida su historia está condenado a repetirla” aparece impresa en la primera imagen de este drama que recuerda, de nuevo, las atrocidades cometidas por los nazis en sus campos de exterminio. Sin embargo, al ser de nacionalidad eslovaca, relata el importante papel jugado por dos de sus ciudadanos, Alfred Wetzler y Rudolf Vrba, dos jóvenes judíos que escaparon de Auschwitz.
La película describe minuciosamente la peligrosa fuga de estos dos jóvenes, que se jugaron la piel para salir de ese lugar de muerte. Al escapar, Wetzler y Vrba, que habían sido escribas en el campo, llevaban 32 páginas donde se ofrecía un informe detallado de la geografía y la administración del campo y de los horrores que estaban sucediendo dentro.
En el relato se narra, asimismo, el valor de los hombres bondadosos del campo que, como explicaba, el famoso psiquiatra y superviviente Viktor Frankl en su imprescindible libro “El hombre en busca de sentido”, “esos nunca volvieron”. En la película están representados por un joven franciscano, a quien tiene especial inquina el comandante del campo por su dedicación y amor a sus compañeros de barracón.
El informe Auschwitz como película tiene un contenido irreprochable, sin embargo, resulta bastante manipuladora en su despedida porque, mientras salen en pantalla los títulos de crédito finales, se incluye la voz de líderes de derecha actuales como Donald Trump, Matteo Salvini hablando de emigración. El director Peter Bebjak ha hecho política con unos hechos históricos que poco tienen que ver.
Para: los que vean todas las películas sobre Holocausto.