Justin Kemp es un joven que está a punto de ser padre. Aunque su esposa tiene un embarazo de riesgo y está en el tercer trimestre, Justin tiene que aceptar ser miembro del jurado en un juicio por asesinato muy mediático. No obstante, a medida que se van conociendo datos de ese trágico suceso, se enfrenta a un grave dilema moral, por ello decidirá convencer a los miembros del jurado de lo que él opina sobre el acusado.
Puede que Jurado Nº 2 sea la última película como director de Clint Eastwood, si tenemos en cuenta que tiene 94 años pero, desde luego, a pesar del poco esfuerzo que en su promoción han puesto los estudios Warner Bros, nos encontramos ante un gran largometraje, con el estilo sobrio y clásico del que ha hecho siempre gala este cineasta.
Las películas sobre el mundo legal, en cuyo desarrollo el jurado tiene un papel predominante han dado lugar a películas inolvidables como Doce hombres sin piedad o tan bien resueltas como El Jurado. Como en la primera, en este thriller el joven Justin se empeñará en sembrar la duda entre los miembros del jurado para no condenar, sin deliberar, a un hombre con antecedentes violentos. Pero la impronta de Clint Eastwood en este film se ve desde las primeras secuencias porque, de nuevo, profundiza en asuntos que le interesan como la justicia, la búsqueda de la verdad, la elección del bien o el mal y los dilemas morales que no solo afectan al jurado nº 2 sino también a la propia fiscal (magistralmente encarnada por Toni Collette) que es, sin ninguna duda, el personaje más atractivo de la película.
Clint Eastwood adopta un ritmo pausado, que va bien con las dudas de su protagonista, e inserta flash back en los que vemos los hechos desde el punto de vista del propio Justin.
Todo está medido y resulta acertado en este film austero que, eso sí, cuenta con un reparto de grandes actores. Además de la mencionada Toni Collette, encontramos a los siempre solventes J.K. Simmons y Kiefer Sutherland, éste último curiosamente aparece en un pequeño papel porque escribió a Eastwood para decirle que le admiraba mucho y quería trabajar en una de sus películas antes de que se retirase. También está fantástico Nicholas Hoult, encarnando al dubitativo protagonista.
No es la primera vez que Eastwood aborda el tema sobre un acusado que puede ser inocente, lo hizo en el año 1999 en Ejecución Inminente, en esta ocasión se ha apoyado en un guión de Jonathan Abrams y ha contado con su equipo de colaboradores habituales.
Para: los que les guste el cine serio y de calidad