¿Es de fiar un candidato presidencial que ha engañado a su esposa? ¿Puede ser valioso en la vida pública alguien que es inmoral en su vida privada? A estas preguntas intenta contestar el drama político El candidato, que está basado en hechos reales. Pero, no se engañen, a pesar de las críticas que vean hacia ese individuo que hundió su carrera por “líos de faldas”, la película tiene tufillo pro demócrata.
Unos años antes de que saltara a la luz pública el asunto Lewinsky, otro político demócrata, Gary Hart, con muchas posibilidades en la carrera presidencial, se vio también involucrado en un asunto de infidelidad y adulterio.
Hugh Jackman actúa de forma brillante dentro de un personaje que no resulta simpático a pesar de su atractivo mediático. Interesante el papel de la esposa que consiente los devaneos (“lo único que te pedí es que no me humillaras”) y la amoralidad de todo su equipo que le tapaban sus “affairs”, a este respecto el mejor personaje es la colaboradora que acompaña a la amante, Donna Rice, y empieza a cuestionarse la forma de actuar en su trabajo.
La película se sigue con mucho interés porque describe de forma trepidante como unos periodistas del diario Miami Herald fue los primeros en recoger la toalla de un candidato con carisma, pero tremendamente prepotente, que creyó estar por encima del bien y del mal. Con esos hechos el director Jason Reitman (Up in the air) elabora un film que se presta a más de un debate.
Para: los que les gusten los temas que giren sobre moralidad y poder, narrados de forma ágil