Un catedrático de matemáticas, antes de perder la memoria, decide encontrar al amor de su juventud, de quien no sabe nada desde hace décadas. En esta utópica aventura se unen, a su pesar, su única hija y su familia. Este viaje supondrá una oportunidad para reencontrarse, no con su antiguo amor, sino con su actual familia.
Comedia dramática llena de buenos sentimientos que afronta la enfermedad de alzhéimer de una forma vital. Discurre como una “road movie” (película de carretera).
Vivir dos veces es una película donde las dificultades familiares y amorosas se abordan con mucho humor. La cinta, que cuenta con actuaciones de sobresaliente de Inma Cuesta (La novia y Tres bodas de más) y Óscar Martínez (El ciudadano ilustre y El cuento de las comadrejas), toca con bastante ingenio temas de calado; desde la crítica a esos padres preocupados más de su carrera profesional que de su vida personal, hasta los peligros del anonimato de las redes sociales y su uso por parte de menores o la necesidad de encontrar caminos para comunicarse de verdad con la propia familia, aunque no es la primera vez que vemos la dificultad de decir las cosas claras a los seres queridos. Pero, fundamentalmente, lo que flota en esta película es que el amor es capaz de superar todo tipo de barreras.
Los diálogos que mantienen padre, hija y nieta son, en algunos momentos, descacharrantes, a pesar de su acidez.
Para: los que les gusten las comedias al estilo de ‘Pequeña Miss Sunshine’ con toque español.