Realizada en solitario por la directora Lana Wachowski, sin la colaboración de su hermano Andy, hoy transformado en mujer como ella, esta trama de ciencia ficción resulta tan confusa argumentalmente como las dos anteriores (Matrix Reloaded-2002- y Matrix Revolutions -2003) e, igualmente como sus predecesoras, posee unos efectos visuales fantásticos, que en la trilogía fueron supervisados por John Gaeta y por su novedad marcaron un antes y un después en ese campo en el cine. Ahora no nos asombran, porque la técnica digital ha avanzado una barbaridad, y son responsabilidad de Dan Glass, quien ha querido diferenciarse apostando por trabajar mucho con la luz natural, lo que supone grandes dificultades pero que da lugar a secuencias de una belleza asombrosa.

La acción regresa al mundo de dos realidades, la vida cotidiana y lo que hay detrás, y el sr. Thomas Anderson/Neo tendrá que optar, para conocerse a sí mismo, por descubrir si es una construcción física o mental, mientras sigue añorando y buscando a Trinity, el amor de su vida. Pero lo que desconoce es que las máquinas han aprendido y Matrix es más fuerte que antes.

La vuelta de esta saga a la gran pantalla obedece al deseo de Lana Wachowski de recuperar los personajes icónicos de su filmografía, Neo y Trinity, a los que ha querido ofrecer en su madurez una nueva historia.Un relato sobre realidad y ficción que vuelve a enlazar con un clásico de la literatura española, La vida es sueño y, también, con las creencias cristianas sobre la llegada de un Elegido que salvará al mundo, en este caso de la rebelión de las máquinas. Pero está en la línea de películas actuales dirigidas a un público juvenil al poseer muchas influencias del comic y, en algunas secuencias, introducir  al espectador en la mecánica de un auténtico videojuego.

Al lado de los efectos visuales, otro apartado que causaba sensación en esta franquicia eran las luchas marciales, cuerpo a cuerpo, que vuelven a repetirse. Keanu Reeves ha vuelto a trabajar con Tiger Chen Hu; como hizo en la trilogía y también con Eric Brown, que le  entrenaba en “John Wick”, así han construido unas peleas con perspectivas orientales y occidentales muy brillantes.

Para: los que les gustaron las películas de la trilogía, no sólo la primera, que fue la verdaderamente revolucionaria, en efectos visuales y especiales.