Alex Lewis es un asesino a sueldo que goza de una “gran reputación” por su eficiencia. Acepta un último trabajo debido a que se encuentra en una situación delicada puesto que está perdiendo la memoria. No obstante, ese encargo se niega a terminarlo porque la víctima es una niña, recién rescatada de una trata de prostitución de menores que va testificar en un importante caso. De tal forma que, sin pretenderlo, se establece un vínculo entre este asesino con conciencia y el de un agente del FBI que quiere llegar a los últimos responsables de este inhumano negocio, que se encuentran en las altas esferas de la sociedad.

Un thriller belga del año 2003, La memoria del asesino, adaptación cinematográfica del libro homónimo del autor Jef Geeraerts, de 1985, que tenía como protagonista a un sicario con principios de Alzheimer, fue lo que inspiró al conocido director Martin Campbell para realizar este thriller policiaco con una buena descripción de personajes y trama sinuosa. 

Tuvo claro desde el principio que, para dar un giro a la película del 2003, tenía que contar con un guionista que supiera dar hondura dramática a los personajes y para ello fichó a Dario Scardapane (Renegado, The Bridge). Ambos decidieron situar la trama en la frontera entre México y Estados Unidos donde existen ciudades sin ley como Juárez. En ese escenario resulta totalmente creíble este relato individuos sin escrúpulos capaces de hacer negocios con  seres humanos tan vulnerables como menores a los que se introduce en redes de prostitución. Pero, evidentemente, lo llamativo de este film es la capacidad de recobrar la conciencia de ese sicario, interpretado por Liam Neeson quien, a pesar de estar perdiendo la memoria, es capaz de poner límites a su sanguinario trabajo y arrepentirse de su violento pasado.

Para la impecable puesta en escena de este thriller, Martín Campbell ha recurrido su equipo técnico habitual repleto de profesionales veteranos premiados en sus áreas como el director de fotografía David Tattersall (Con Air, Star Wars: Episodio III - La venganza de los Sith), el diseñador de producción Wolf Kroeger (Lady Halcón, El último Mohicano) y  la diseñadora de vestuario Irina Kotcheva (La Protegida). El primero de ellos imprime su firma en una de las escenas más recordadas, ocurre cuando un equipo Swat llega al edificio de apartamentos de la empresaria Davana Sealman mientras Alex intenta obtener respuestas. En la misma alterna la diferente luz entre garajes claustrofóbicos, pasillos estrechos y los amplios espacios de un vestíbulo lleno de vidrio y escaleras mecánicas.

Una película bien planificada y trepidante como ésta debía tener el reparto adecuado y también el cineasta ha jugado a lo seguro contando con solventes intérpretes, además del mencionado Liam Neeson, reconocerán al británico Guy Pierce (Memento, L.A. Confidential) o la bellísima actriz italiana Monica Belluci (Spectre y Malena).

Para. Los que les gusten los thrillers policiacos con recovecos.