La fantástica actriz Carmen Maura interpreta a Merche, una mujer que recibe de sopetón la noticia de que le queda poco de vida. De ahí que decida cumplir los sueños imposibles de sus tres mejores amigas y también el suyo propio: ver el mar visitando la isla de Palma, acompañada de su hija. Pero como su frágil cuerpo le impide viajar, encontrará la salida en la aparentemente locuela idea que le brinda una científica: introducirá el alma de Merche dentro del cuerpo de un recién fallecido durante tres días, para que así pueda cumplir su sueño. Ese cuerpo es el de Jon, un grandullón camionero vasco.

Lo primero que asombra de esta comedia con toque surrealista es el impresionante reparto que ha reunido por una buena causa, y la razón es sencilla: desde hace más de una década el director y guionista Paco Arango dedica la recaudación de sus películas a ayudar a los niños enfermos de cáncer. No es casualidad que él fuera el fundador de “ Aladina”, una fundación que proporciona voluntarios, construye habitaciones para adolescentes en los hospitales y ayuda a financiar los gastos por a los niños y sus familias. 

Comedia de buenos sentimientos: entre otros, recordar la tragedia natural de la isla de La Palma, de la que muchos se han olvidado ya, aunque ocurrió hace escasamente dos años. Se palpa un presupuesto modesto y resulta infantil en cómo se aborda esa introducción de Merche en el cuerpo ajeno, pero ello no impide que se disfrute con los divertidos gags que protagonizan las veteranas Carmen Maura, Marisol Ayuso, María José Alfonso y María Luisa Merlo, cuando ven cumplidos esos sueños, alguno de ellos con cierto toque ‘picante’ pero inocentón que recuerda a las comedias de Paco Martínez Soria.

Una película que claramente, y como quieren sus responsables, apuesta por la celebración de la vida. Se trata de la cuarta película de Arango, que no se corta al manifestar su objetivo “se puede hacer cine y hacer el bien”.

Dedicada a su madre, que fue la inspiradora de la idea central de la película cuando le comentaba a su hijo, Paco Arango, lo mucho que le dolía el cuerpo y por tanto le impedía hacer cosas. Aunque sea de forma ligera, este film se decanta por la trascendencia, por el más allá.

Para: los que quieran pasar un rato agradable y colaborar con una buena causa.