El cine francés produce al año muchísimas comedias, algunas como la que nos ocupa, con el único objetivo de que el espectador pase un rato agradable y “haga unas risas” contemplando, como el dinero conlleva el interés incluso de los seres más cercanos.
Seguramente el matrimonio de jubilados protagonista de esta película, Chantal y Christian Blanc, estarían de acuerdo con el famoso refrán “Cría cuervos y te sacarán los ojos”, porque lo que se plantea en esta simpática comedia es como, ante el poco interés de sus vástagos por verlos y el anuncio de que no irán a casa por Navidad, una pareja decide un alocado plan para conseguir ese encuentro familiar: Fingen que han ganado la lotería y que son multimillonarios. Un cebo que, desgraciadamente, funciona.
La inspiración para esta historia, dirigida y escrita por Alexandra Leclère, se debe a que quería explotar las relaciones entre padres e hijos. Pero para que ningún personaje resultara demasiado antipático les dotó a todos de cierta ingenuidad. La comicidad del film dependía de quien encarnara a la pareja protagonista, sobre la que reposa el peso de la trama, y los elegidos fueron la divertida Josiane Balasko (Vuelta a casa de mi madre) que tiene mucha química con Didier Bourdon (con quien había trabajado en Padres adoptivos), mientras que los egoístas hijos fueron interpretados por el humorista francés Cédric Ben Abdallah, conocido popularmente como Ben, y por Marilou Berry, hija en la vida real de la propia Balasko.
La película, además de lograr la sonrisa en algunas situaciones realmente graciosas, juega con la idea de qué haríamos cualquier persona si nuestra suerte cambiara de un día para otro y, por supuesto, si eso influiría en nuestro entorno. Pero, evidentemente, analiza un asunto tan real como la vida misma: la despreocupación de algunos vastagos por sus progenitores una vez que se han independizado del hogar paterno..
Comedia simpática, de diálogos simples y gags sencillos, donde está presente un humor blanco.
Para: los que disfruten con comedias francesas sencillas y olvidables.