Continuación de la nueva franquicia estrenada en el 2017 sobre el superhéroe arácnido, protagonizada por Tom Holland (Lo imposible), y dirigida especialmente a un público adolescente.
Después de los trágicos acontecimientos ocurridos en Vengadores: Endgame, mientras Peter Parker/Spider-Man sigue lamentando la muerte de su mentor, Tony Stark/Iron Man. Tanto es así que aunque Nick Furia le llama reiteradamente para pedir su ayuda, ante una nueva amenaza que se cierne sobre el mundo, el adolescente decide no responder y embarcarse en un presumible tranquilo viaje de fin de curso por Europa con sus compañeros de clase, al que también se ha apuntado MJ, de la que está enamorado.
Al igual que Spider-Man: Homecoming se insiste en los mismos elementos que consiguieron frescura en esta nueva franquicia: mucho humor y una buena descripción de los sentimientos y forma de actuar de los “teenager” (adolescentes), a lo que se añade, como es usual en las películas del universo Marvel, escenas de acción de un ritmo enloquecido, en esta entrega muy vistosas porque se desarrollan en distintos enclaves europeos como Venecia, Berlín, Praga o Londres. En este apartado merece la pena detenerse porque las que transcurren en la ciudad italiana de los canales son especialmente atractivas, a pesar de que se recrearon de manera admirable en estudios.
Si en Spider-Man: Homecoming, Peter Parker quería hacerse adulto y convertirse en un Vengador, en esta nueva entrega se encuentra muy a gusto con su edad y quiere disfrutar del que quiere que sea su primer amor. También la amistad es un capítulo importante, porque resulta algo fundamental en la adolescencia, donde los “colegas” pasan, en algunas ocasiones, a ser más importantes que los padres. Aquí Peter Parker vuelve a tener como confidente al gracioso Ned, al que hacen la competencia, en cuanto a comportamiento cómico, los dos profesores que acompañan a los alumnos por ese periplo por Europa, en lo que resulta todo un “guiño” a esos “valientes” docentes que se atreven con todo, incluso a salir de viaje con chavales en la edad más conflictiva.
Como han declarado los responsables del film :“En esta película el mundo le pide a Spider-Man que dé un paso al frente. Todo el mundo está buscando a un nuevo superhéroe y salvador, el próximo Tony Stark. Tony, al parecer, eligió a Peter, pero el mundo no se da cuenta de que el chico solo tiene 16 años”.
En cualquier caso, seguimos en la estela del 'super-hombre', de casa Marvel. Mientras su influencia se quede en la adolescencia a lo mejor no resulta muy dañino.
Resumiendo, Spiderman: Lejos de casa, es muy similar a lo que ofrece la primera entrega de la franquicía pero es entretenida y adecuada para el público juvenil al que va dirigido.
Para: les gusten los comics y no se aburran de tantos “reboots”.