Cuando hablamos del pequeño Nicolás, las cifras lo dicen todo: 15 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, traducido a más de 45 idiomas, 4 películas y varias series de televisión y uno de los libros más recomendados en las escuelas. Y es que es casi imposible no emocionarse, y reírse, con todas sus aventuras donde caben las bromas, el ingenio, las peleas, los castigos y, fundamentalmente, la diversión de este niño que cuenta con unos compañeros y amigos del colegio de nombres divertidísimos (Alcestes, Clotario, Eudes etc…).
Por eso, millones de lectores de todo el mundo le debemos a El pequeño Nicolás haber pasado algunos de los momentos felices de nuestra vida deleitándonos con las aventuras de este niño risueño y divertido imaginado por el escritor René Goscinny y el dibujante Jean-Jacques Sempé. Esta película de animación supone todo un homenaje a estos dos artistas y, por supuesto, al personaje universal que nació de su colaboración.
El film ensambla perfectamente cómo fue el proceso creativo de estos libros y la perfecta complicidad entre Goscinny (también autor de personajes universales del comic como son Asterix y Obelix) y el ilustrado Sempé junto con la plasmación de algunas de “las mejores aventuras que se viven con amigos”, tal como anuncia el subtítulo anunciador del largometraje.
Una propuesta que ha contado con la aprobación de la familia que se constata porque en el guión, adaptación y diálogos, aparece la propia hija de Goscinny, Anne, junto con Michel Fessler y Benjamin Massubre. El resultado es una película deliciosa, ideal para todos los públicos, donde cada uno disfrutará de cosas diferentes. Los adultos conociendo un poco más sobre ese escritor que murió prematuramente dejando tras de sí un legado impresionante y los menores disfrutando de esas ocurrencias de Nicolás y sus amigos respetando los preciosos dibujos de Sempé, ahora animados.
Este nuevo acercamiento a el pequeño Nicolás va sembrando admiración allí donde se proyecta porque se palpa sensibilidad y simpatía en cada fotograma y que supone, también, toda una reivindicación del cine como herramienta indispensable para la educación de los más jóvenes de la casa, tal como se presentaba en la reciente 60 edición del Festival de Cine de Gijón.
Para: los que quieran disfrutar de una película entrañable y de un dibujo sencillo pero muy bonito.