Primer largometraje de animación del director Pablo Berger (Blancanieves). Se trata de una comedia tierna que atrapa a todos los públicos y, me atrevería a decir, todavía más a los adultos, que no sólo disfrutarán de la entrañable amistad entre un perro solitario, que se fabrica un amigo robot, sino que se percatarán de su profundidad.
Adaptación a la gran pantalla del comic homónimo de Sara Varon, la película se desarrolla en Nueva York, una ciudad en la que el cineasta vivió y, por ello, sabe expresar en primera persona la soledad que se experimenta en las grandes ciudades, la existencia de relaciones efímeras debido a la velocidad de la vida y la fragilidad de la amistad que a veces distancia a amigos. Pero, también, la película habla de algo que pocas veces se cita: de agradecimiento hacia aquellos que han sido generosos incluso en las peores circunstancias.
Pablo Berger vuelve a hacer una película muda, al igual que Blancanieves (ganadora de 10 Goyas), en la que la banda sonora juega un papel relevante y nunca se echan de menos los diálogos, debido a un dibujo sencillo pero muy expresivo. Berger ha hecho un verdadero salto mortal con este film al sumergirse en el mundo de la animación, ahí ha tenido un papel relevante el belga Benoît Feroumont, que es el director de animación de este largometraje pero también de la inolvidable película de animación Bienvenidos a Belleville.
En el mundo visual y sonoro en el que habitan Dog y Robot también han colaborado el director de arte, José Luis Ágreda, que ya triunfó con el largometraje de animación Buñuel en el Laberinto de las Tortugas y el resto del equipo tiene “pedigrí”: Alfonso Villalonga es el compositor habitual de las bandas sonoras de las películas de Pablo Berger, Fernando Franco se ha ocupado del montaje y la diseñadora de sonido es Fabiola Ordoyo
Para: los que les agraden las películas de animación con mensaje.