Ben, un famoso escritor y psicólogo social, se traslada a Berlín para investigar el oscuro poder de las sectas. Mientras se involucra en una peligrosa investigación llega a la ciudad su hija adolescente que pretende recuperar su relación tras el divorcio de sus padres. Pero, sin sospecharlo, ambos se ven inmersos en una situación muy peligrosa cuando una poderosa secta pone sus ojos en ellos.

Sin duda, uno de los aciertos para el público español de este thriller es su título en castellano, La secta, a pesar de que está basado en la novela "Tokyo" de Nicholas Hogg. Como curiosidad detrás de la producción de esta película se encuentra el famoso cineasta Ridley Scott, por la sencilla razón de que la dirige su propia hija, Jordan Scott.

Se trata de un film que describe situaciones interesantes y apunta temas profundos pero que no acaba de desarrollarlos bien. Resulta sugestivo que la secta apocalíptica tenga naturaleza ecologista y pretenda reducir la huella humana utilizando métodos no demasiado ortodoxos, más aún cuando su tapadera para captar adeptos es una ONG medioambiental. Pero cojea por su simpleza cuando explora los peligros de una ideología extremista y destructiva mientras es capaz de captar psicológicamente no sólo a algunos seres humanos vulnerables, sino a otros presumiblemente bien formados intelectualmente.

Al final, la película, que cuenta al frente del reparto con el famoso actor australiano Eric Bana (Munich, Hulk), se decanta más por un film de intriga entretenido que se acelera innecesariamente al final del desarrollo. 

Para: los que vean cualquier thriller.