Selma recuerda unos hechos históricos que conmocionaron a EEUU: El 7 de marzo de 1965, unos 600 manifestantes que habían iniciado una marcha pacífica hacia Montgomery, capital de Alabama, para reafirmar sus derechos electorales, fueron golpeados por la policía. Esta represión sangrienta fue denominada Bloody Sunday (Domingo Sangriento).
Recordemos un poco de Historia. Aunque el derecho a voto de los varones negros americanos se garantizó en el año 1870, en la realidad, este derecho se obstaculizó, sistemáticamente, en muchos lugares de EEUU, sobre todo, de estados del Sur. Fue a comienzos de los años 60 cuando ciudadanos cansados de esta discriminación racial decidieron exigir de manera pacífica sus derechos civiles. Así un grupo de manifestantes llenos de valor y dignidad, y dirigidos por Martin Luther King Jr., intentaron hasta en tres ocasiones realizar una marcha desde la ciudad de Selma (en Alabama) hasta Montgomery, para solicitar un derecho básico en una democracia: poder votar.
Selma interesa, a pesar de ser una historia muy estadounidense, porque no sólo cuenta las batallas políticas que se desarrollaron en despachos o la fe de la gente porque se hiciera justicia sino porque también recuerda la figura de Martín Luther King, en su lado más humano. Aunque en este último apartado no acaba de ser muy profunda porque recurre a tópicos laudatorios sobre su figura.
La película, muy bien recreada históricamente y con un excelente montaje, resulta muy bien narrada emocionalmente en las imágenes en las que vemos a ciudadanos pacíficos en marchas por la libertad frente a policías armados cargando contra ellos. Quizás esas imágenes hayan sido decisivas para que Selma, en la edición de los Óscar de este año, haya estado nominada en la categoría de mejor película y haya conseguido el Óscar a mejor canción por "Glory", un tema precioso que mezcla varios estilos musicales.
Para: Los que les gusten las películas dramáticas de calidad, para los interesados en la Historia contemporánea