Cincuenta y un años después de la tragedia de los Andes, el director español J.A.Bayona hace un espectacular relato en imágenes de esos hechos dramáticos.
Nada más empezar la película su narrador nos pone sobre aviso: “algunos dijeron que lo que ocurrió fue una tragedia, otros que fue un milagro”. Y es que lo que relata La sociedad de la nieve es uno de los accidentes aéreos sobre los que más se ha escrito. El 12 de octubre de 1972, el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, que hacía el trayecto entre Montevideo a Santiago de Chile y trasladaba al equipo de rugby Old Christians Club, se estrelló en los Andes,concretamente en el Valle de las Lágrimas. Sólo 29 de los 45 pasajeros sobrevivieron al impacto. A partir de ahí, atrapados en uno de los entornos más inaccesibles y duros del planeta, los supervivientes, enfrentados a frío, sed y hambre se vieron obligados a tomar medidas extremas para mantenerse con vida.
Al director Juan Antonio Bayona está claro que le interesan las historias de supervivencia en situaciones límite, ya lo demostró en Lo imposible pero, también, el tema de la muerte no sólo posible sino probable que afrontó en la emotiva Un monstruo viene a verme. Para contar este relato trágico se apoyó en el libro homónimo de Pablo Vierci, que había sido compañero en el colegio Stella Maris de los supervivientes de la tragedia de los Andes. Un libro que el uruguayo escribió 36 años después del suceso con un claro objetivo: dar voz tanto a los que se salvaron como a los que no salieron con vida.
Quinto largometraje de J.A. Bayona, un director que no conoce el fracaso en taquilla porque han sido éxito El orfanato, Lo imposible, Un monstruo viene a verme y la excelente pero comercial Jurassic World: El Reino Caído. La sociedad de la nieve es su película más espiritual, a pesar de que él se declara ateo, desde el momento que el narrador, Numa, es un chico católico que desde el accidente del avión se ofrece a ayudar al resto de sus compañeros hasta las últimas consecuencias. Pero la película, a pesar del aspecto más crudo que todos los espectadores conocen (los supervivientes tuvieron que alimentarse con el cuerpo de los fallecidos) habla de valor, en mayúsculas, de compañerismo y de sacrificio. Porque los que se salvaron en un primer momento se convirtieron en una piña para poder salir adelante.
Bayona se rodeó de su equipo técnico habitual y de un equipo artístico formado por jóvenes actores hispanoamericanos como Enzo Vogrincic, Agustín Pardella o Matías Recalt, que se impregnaron perfectamente de sus personajes.
Para dar autenticidad a esta historia, se filmó en parajes de alta montaña, de difícil acceso, donde se enfrentaron a la nieve, el viento y el frio, en España, Uruguay, Argentina y Chile, incluso se rodó en el lugar real de los hechos, el Valle de las Lágrimas.
La película, producida por Netflix, se ha estrenado en cines el 15 de diciembre y se podrá ver en la plataforma a partir del 4 de enero.
Para: los que les gusten los buenos dramas basados en historias reales.