Esta es una de las muchas películas de denuncia que se silenciarán o criticarán con saña en algunos medios alegando que es un producto realizado para complacer al público de la zona de “el cinturón de la Biblia” de EEUU. Pero lo que narra son hechos reales.
“Te acabas de convertir en la enemiga de una de las organizaciones más poderosas del mundo”, con estas palabras de amenaza se despidió una de sus superioras de Abby Johnson, tras dimitir por motivos de conciencia como directora del centro de una ciudad de Texas. Tuvieron que pasar 8 años hasta que a esta joven, licenciada en Psicología y a la que ficharon en la Universidad, se diera cuenta de que su “poderosa” empresa Planned Parenthood no tenía entre sus objetivos ayudar a las mujeres en una situación crítica sino convertirse en la mayor “cadena” de clínicas abortistas de EEUU, uno de los grandes negocios inmorales del siglo XXI.
Narrada en primera persona por Abby, este largometraje impacta porque la deshumanización de la sociedad se “mastica” al contemplar en directo como se practican los abortos por succión; como quien arranca una muela estropeada de la boca: sin reparos, sin miramientos, por ser un embarazo no “planificado”.
Pero, los hechos están ahí, y lo más constatable es que Abby colaboró con su trabajo de terapeuta en miles de abortos, engañando con medias verdades a las mujeres en situación de desamparo que acudían a pedir ayuda. No negaré que contiene alguna escena demasiado melodramática en su desenlace para la mentalidad europea, pero también que en su transcurso encontrarán argumentos incontestables si ustedes creen en la vida desde la concepción.
Unplanned, como otras películas de convicciones pro vida ha sido producida por el actor mexicano Eduardo Verástegui (Bella) y solo se exhibirá en aquellas ciudades cuyo público lo solicite expresamente. Este viernes 3 de julio llegará a 40 provincias españolas.
Para: los que crean firmemente en la vida.