El protagonista, Isaías, fue una gran promesa de la arquitectura pero ahora, con 40 años, sobrevive como puede con su estudio, junto con su amigo Nico, mientras hace malabares para atender a sus dos hijos, todavía pequeños, al lado de su paciente esposa Ainhoa. Se siente fracasado en las perspectivas que tenía en su vida por ello, cuando se hace amigo de Sonia, madre de otro niño del cole, a ambos les une el desencanto, la percepción de que la vida adulta no es lo que esperaban.
Ha declarado Félix Viscarret, el director de este drama, que le gusta llevar las historias “hacia un lado esperanzador, como es el sentimiento de que, a pesar de lo fugaz que es todo, la vida merece la pena vivirla”. Y esa idea la ha traducido en imágenes en su hermosa película Una vida no tan simple, un retrato generacional, de hombres y mujeres que ahora son cuarentones, y que a pocos dejará indiferente. Y es que el cine español también puede ser esperanzador.
Pocas películas españolas actuales contienen tantos mensajes que inequívocamente provocan el debate. Así, este film habla de crisis generacional, del paso de la juventud a la madurez en un contexto laboral complicado, más aún cuando se intenta sacar adelante una familia. Los cuatro personajes principales de esta trama: Isaías, Ainhoa, Nico y Sonia son cada uno de ellos muy representativos. El primero todavía no ha madurado lo suficiente para saber lo que es realmente importante en la vida, por el contrario su mujer, Ainhoa, es la que “tira del carro” y tiene clara la belleza de la lucha de vida cotidiana. Nico ha sido siempre alérgico al compromiso pero, a medida que cumple años, se está dando cuenta de que ha perdido enormes oportunidades personales de ser feliz. Mientras que Sonia es una buena madre pero vive inquieta y obsesionada por detalles pueriles que tienen sólo el valor que ella quiera darles. A estos personajes los encarnan de forma excelente Miki Esparbé, Olaya Caldera, Alex García y Ana Polvorosa, haciendo sus interpretaciones creíbles, de principio a fin, como la imagen del joven matrimonio, agotado, cargando a sus hijos en brazos por la noche…
Una vida no tan simple hace reflexionar pero también sonreír, como ocurre con la propia existencia. Resulta muy ingenioso cómo se plantea el tema del éxito profesional y la competitividad laboral en una sociedad individualista en la que cada uno va a lo suyo y en la que todos se arriman al caballo ganador.
Y es que esta historia, escrita y repensada por Viscarret, ha sido tejida con vivencias reales cercanas de ahí que suenen tan auténticas. Para este profesional es su quinta película, debutó con la recomendable Bajo las estrellas y consiguió el reconocimiento popular gracias a ser el codirector de la serie televisiva Patria, basada en el libro homónimo de Fernando Aramburu.
Para: los que les guste el buen cine español.