El Tesoro ha colocado 4.521 millones de euros en deuda a tipos aún más negativos que los del pasado 9 de julio. Por tanto, no se ha visto afectado ni por la falta de Gobierno en nuestro país ni tampoco por la crisis política que vive Italia y que ha disparado su prima de riesgo.
En la subasta en letras a seis meses se han colocado 795 millones, aunque la demanda ha ascendido a 2.695 millones. La operación se ha hecho con un tipo de interés marginal del -0,529%, en mínimos históricos, frente al de la emisión anterior (-0,492%).
Por su parte, en las letras a 12 meses, se han captado 3.726 millones, pero la demanda llegó a los 7.096,9 millones. El tipo de interés también se ha situado en mínimos históricos, pasando del -0,463% de la subasta anterior al -0,502%. En otras palabras, los inversores pagan un poco más por hacerse con deuda española a corto plazo, lo que no deja de ser una locura y un sinsentido: invertir para perder dinero.
El Ministerio de Economía ha cancelado la emisión de bonos y obligaciones a largo plazo que estaba prevista para el miércoles por el número insuficiente de inversores en el periodo estival y en vísperas de un día festivo. Un movimiento que suele ser habitual en estos últimos años.