Los 27 Estados miembros de la Unión Europea han ratificado el protocolo 13 del convenio que prohíbe la pena de muerte en todas las circunstancias.
Del mismo modo, el artículo 2.2 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea prohíbe la pena de muerte en los siguientes términos: "Nadie podrá ser condenado a la pena de muerte ni ejecutado".
Las actividades internacionales de la Unión Europea contra la pena de muerte pretenden fomentar el debate, consolidar la oposición y presionar a los países que la siguen aplicando. La Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos (IEDDH), tiene como prioridad la abolición de la pena capital.
Más de la mitad los países de todo el mundo han abolido la pena de muerte en sus legislaciones: 89 países han abolido la pena de muerte para todos los delitos; 10 países han abolido, también, la pena de muerte para todos los delitos menos casos excepcionales, como la guerra; 30 países pueden ser considerados abolicionistas en la práctica. Mantienen la pena de muerte en su legislación pero no han realizado ninguna ejecución en los últimos 10 años, y se considera que tienen una política o una práctica establecida de no ejecutar a ningún ser humano. En total, 129 países han abolido la pena de muerte por ley.
Sin embargo, las cifras de aplicación de la pena de muerte en el mundo siguen siendo preocupantes. Han sido ejecutadas 1.591 personas en 25 países y no menos de 3.861 personas fueron condenadas a la pena capital en 55 países. La acción de la Unión Europea, como líder mundial en la lucha contra la pena de muerte, sigue siendo urgente. La persona es un ser humano espiritual, racional y libre. Por lo tanto posee, inviolablemente, la dignidad humana, el derecho a ser respetado y a la vida, al trabajo y a la libertad, según se recoge en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Clemente Ferrer
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