A veces, viendo cómo se está imponiendo un sistema de vida, individualista y relativista, en definitiva inhumano, pienso que eso pasa porque la sociedad española está dormida.
No obstante, de cuando en cuando, reacciona. Y es que la sociedad española no está dormida. Aún quedan ejemplos de sensibilidad creativa en defensa de los valores esenciales sobre los que construir la convivencia en paz. Nuevamente se ha escuchado el clamor de esta sociedad que dice públicamente basta ya a todo lo que representa un desprecio a la vida humana, desde el momento inicial de su concepción a su muerte natural.
Es así que medio centenar de asociaciones que representan lo más granado del movimiento social en defensa de la vida y de la familia, han convocado para el próximo 26 de Marzo en Madrid una gran manifestación como acto principal del Día Internacional de la Vida. Una manifestación que se suma a las ya realizadas en defensa del matrimonio y de la educación en libertad y que están haciendo posible otra forma de respuesta masiva a los principios ideológicos que inspiran las legislaciones del gobierno socialista en materias tan decisivas para el ejercicio de la ciudadanía.
Los organizadores, en un manifiesto conjunto, han insistido que su reivindicación de propuesta y de afirmación de la vida no es ni confesional ni partidista, es de razón y nace del sentido de la responsabilidad social. Los medios de comunicación, los intelectuales y los partidos deberían tomar buena nota de este movimiento social del que deben ser obligados interlocutores.
El Sí a la vida que convoca a los españoles el próximo 26 de marzo es un sí que nos interpela a todos. Personalmente pienso responder positivamente a esta interpelación.
Jesús Martínez Madrid