El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho aseguraba a primera hora de la mañana que durante las primeras ocho horas de huelga no se habían producido incidentes y que la normalidad era la tónica. Curioso, dado que a esa hora terminaban los enfrentamientos con la policía en las cocheras de autobuses públicos de Madrid. En cualquier caso, Corbacho siguió el guión previsto en esta huelga pactada y forzada:minusvalorar los incidentes. Y diálogo, mucho diálogo con los sindicatos.
Miriam Prat
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