Después de cuatro meses de bajadas en las cifras del paro, agosto ha sumado 38.179 desempleados más.
Es mala noticia, aunque hay alguna nota menos negativa: teniendo en cuenta que es un mes tradicionalmente malo, este agosto ha tenido la menor subida desde 2006. Las razones habría que buscarlas, mal que les pese a los sindicalistas, en la reforma laboral que, lejos de tener efectos catastróficos como auguraban, ha favorecido el mes de agosto menos malo de los últimos seis años.
Xus D Madrid