Sr. Director:

De momento se han presentado en toda España unas 4.000 objeciones de conciencia para no cursar la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía. Cuatro mil padres y alumnos, han superado su miedo frente a las posibles represalias del Gobierno, movidos por el amor a sus hijos y a la libertad. Cuatro mil padres indefensos frente al poder del Gobierno que se resisten a que adoctrinen a sus hijos en contra de sus creencias morales y religiosas. Cuatro mil padres han dado la cara hasta ahora. Ellos han dado el primer paso. El Gobierno no tiene derecho a imponer su ideologia a nuestros hijos. Sólo en las sociedades totalitarias el Estado es el Papá y la Mamá. Así fue bajo el nazismo y el comunismo del siglo XX. Ambos trataron de destruir la familia para adoctrinar directamente a los niños y jóvenes. Ambos construyeron un infierno.

El Gobierno ignora de lo que es capaz un padre y una madre para defender a sus hijos. El sacrificio de los padres por los hijos llega a dar la vida por ellos. Vamos a luchar para que cursar Educación para la Ciudadanía sea opcional. No pueden obligar a nuestros hijos a estudiar una asignatura que va en contra sus creencias. Supongo que muchos padres cristianos, judíos, musulmanes o no creyentes no desean que el Gobierno enseñe a sus hijos una imagen perversa de la sexualidad.

De lo que si estoy seguro es de que los padres católicos no podemos consentir que se enseñe a nuestros hijos una doctrina contraria a nuestra fe. Por amor a nuestros hijos, por amor a la verdad y a la libertad, en comunión con nuestros obispos, y apoyados en el Señor, vamos a proclamar la belleza de la sexualidad entre un hombre y una mujer, cuando tiene lugar dentro del matrimonio como un acto de amor abierto a la vida. Tenemos derecho a educar a nuestros hijos, el Gobierno que eduque a los suyos.

Francisco Javier Alba

Fjavieralba@terra.es