El nieto de Sarah entra en campaña
Feministas y gays tienen en común su crítica feroz a lo que son y representan.Pero ojo, no es autocrítica, sino desazón interna que se revuelve contra los demás, culpables únicos de su propia ubicación, sea de gay o de mujer. Sí, ambos colectivos se avergüenzan de su propia condición.
Por ejemplo, las feministas predican la total independencia sexual de la mujer para acostarse con quien le venga en gana desde los 13 años, y reprueban que los padres, la malvada familia, se interpongan en sus devaneos. Ahora bien, siempre que quien practique dicha libertad sexual no sea hija de la ultraconservadora -es decir, defensora de la vida del niño- aspirante republicana a la Vicepresidencia de los Estados Unidos. Entonces Bristol Palin se convierte en el ejemplo viviente y repudiable de una represión doméstica de tipo de ultraconservador.
Con los homosexuales ocurre lo mismo.
Como experto receptor que soy en insultos gays puedo decir que el lobby arco iris ha superado la maldición gitana, del "tengas juicios y los ganes". Los homosexuales te repiten, "ojalá te salga un hijo gay". Lo cual siempre me ha sorprendido: si la homosexualidad es una alegre opción sexual, ¿por qué me lo espetan como lo peor que puede sucederme?
Volvamos al feminismo. Las feministas de hoy han superado a la feminista Pasionaria. Para la desaparecida dirigente leninista, el lema era "hijos sí, maridos no", mientras que el actual lobby no acepta ni a los maridos -salvo en condición de sementales de quita y pon- ni a los hijos, mal aún mayor que interrumpe sus siempre fulgurantes carreras profesionales.
Sin embargo. Insisto, sí defienden el derecho de toda hembra mayor de 13 años a hacer con quien le venga en gana, a ser posible todos los días. Pues bien, no se por qué ahora acusan a la aspirante a vicepresidenta de los Estados Unidos de no haber educado a su hija como debía hacerlo, pues su hija, a los 17 años, está embarazada de cinco meses.
A todo esto, Palin ha reaccionado de la mejor manera posible. Mire usted, no me gusta lo que ha hecho mi hija pero se va a casar con el padre del niño, lo que rebela un compromiso, es decir, la clave de una convivencia y, además, nuestra reacción es la de apoyarla en todo, sabiendo que tendrá que madurar aceleradamente. A lo hecho, pecho, dice el refrán español, y a la libertad sexual la responsabilidad de cuidar del niño que viene.
Dicen que McCain lo sabía antes de elegirla. Me parece estupendo. Es una demostración de que lo que llaman conservadurismo no es hipocresía, y que la actitud de Bristol Palin no desacredita los principios de su madre. La solución feminista hubiera sido matar al hijo de Bristol. Pero eso, convendrán conmigo en que cualquier cobarde es capaz de hacerlo. Es lo cómodo.
En este sentido, lo que me asusta es que el virus feminista haya calado hasta entre mujeres que exhalan: ¡Qué barbaridad, un hijo a los 17 años! No dicen, ¡qué barbaridad, fornicar con alguien sin que antes haya habido una entrega, de cuerpo y alma, a la persona amada, al futuro padre o futura madre de mis hijos! ¿Casarse a los 17 años? Y qué pretenden, que el niño se críe sin padres? Hemos devaluado tanto la figura del padre que hasta personas sensatas dicen este tipo de chorradas.
Así que sigo felicitando, con todos los peros que se quiera, a Sarah Palin. Su reacción ante su precipitada condición de abuela le engrandece a mis ojos.
Por cierto, como todo vale cuando se trata de crucificar a un defensor de la vida, alguien, siempre hay un alguien, se ha dedicado a lanzar la especie de que el quinto hijo de Sarah Palin era, en verdad de Bristol. ¡Jo, Bristol, estás que no paras! ¿Y por qué el mismo matrimonio Palin que ahora ha reaccionado iba a hacerlo de forma tan diferente en el caso de Trig Palin? Y si existe un riesgo genético, ¿por qué insistir en que Bristol matrimonie con Levi, al parecer el padre de la criatura?
Esto me recuerda que el mal no soporta ni la mera visión del bien. Y también me recuerda que "llegará un momento en que todo aquel que trate de quitaros la vida pensará estar haciendo un servicio a Dios".
Al parecer, el momento ya ha llegado.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com