En España trabajan ya legalmente 963.000 asalariados extranjeros, lo que representa un 5,7% de la masa laboral total. Además, el número de extranjeros afiliados a la Seguridad Social aumenta a un ritmo muy superior al de españoles, aunque también es verdad que ese incremento es muy inferior al aumento de inmigrantes en España. Lo cierto es que ningún muro de contención ha detenido el aluvión de trabajadores extranjeros. Y aún más llamativo: los iberoamericanos, especialmente ecuatorianos y peruanos, son los que mejor se han adaptado al mundo laboral español, a pesar de que el Gobierno se ha negado, una y otra vez, a favorecer a la inmigración hispana con medidas de discriminación positiva.

Al final, el Gobierno se está dando cuenta de que la inmigración es imparable, que no es poco.