Sr. Director:

Faltan tres días y le envío este enlace: www.utilometro.com. Ignoro su autoría, pero creo que resulta interesante para los indecisos.

Ojalá el voto en blanco tuviera representación parlamentaria. Ojalá el reparto de la tarta electoral fuera más justo, diese entrada a más opciones, y sobre todo, posibilitara a los más descontentos acercarse a las urnas sin necesidad de ponerse una pinza en la nariz. Quizá si Europa no hubiera renunciado a sus raíces -hace muchos años- podríamos hablar de una sociedad más humana y menos vacía. Aquí, durante estas últimas semanas de campaña electoral se ha echado de menos, en unos y en otros, lo que de humanos tienen los Hombres.

Sobran mordacidad y malos modos: Los monólogos electorales son buena prueba de ello. Más grave se me antoja que un debate entre candidatos aparezca el odio acérrimo, y que los medios de comunicación les hagan coro. Sin raíces no hay memoria, sin memoria no hay recuerdo, sin recuerdo -que no rencor- no hay lugar al arrepentimiento. Y cuando uno no se arrepiente de nada no hay conciencia, ni tampoco inteligencia. Insisto. Falta un asidero, la mirada profunda de quien contempla en el otro a un igual, sus motivaciones y temores.

Sólo desde la Fe y la Razón se combate ese atávico terror a lo desconocido, al futuro... y sólo así se lucha por lo bueno que tiene la Vida. Pero cuando la misma vida se convierte en moneda de cambio parece que el próximo 9 de marzo todo va a consistir en la elección entre lo malo y lo maligno.

César Montesinos

ceszar@gmail.com