El sector de la construcción ha enfrentado la crisis con distintas estrategias. Por ejemplo, Acciona se ha movido hacia la energía renovable y OHL ha abandonado la actividad promotora y se ha buscado las castañas fuera de España. Pero la estrategia de ACS ha girado en torno a su entrada en Iberdrola. Así, la entrada en Hochtief o las ventas de activos estaban condicionadas por la obsesión de Florentino por entrar a toda costa en la eléctrica.
Vayamos por partes: Acciona ha reducido su riesgo financiero después de refinanciar el crédito puente para comprar activos renovables de Endesa, que vencía en 2011. La compañía de los Entrecanales ha encontrado su filón en las renovables, que aportan mejores resultados aunque sea con ayuda pública. Al mismo tiempo, se han apartado como de la peste del negocio inmobiliario y de concesiones. Su subida en bolsa en las últimas 52 semanas es del 13% y los analistas esperan que de los 73 euros actuales pase a superar los 100 euros.
Por su parte, Ferrovial va obteniendo buenos resultados y tiene pendientes las ventas de activos de BAA, dos aeropuertos que, aunque no son una operación fácil, sí pueden aflorar valor. En las últimas 52 semanas, Ferrovial ha aumentado un 59,06% su valor en bolsa y los expertos aun ven recorrido para la acción.
FCC no está en su mejor momento dada su exposición a la construcción en España y el negocio de Cementos Portland, perjudicado por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Su única ventaja es la recuperación del negocio fuera de España. No obstante, en las últimas 52 semanas su acción ha subido un 4,24%.
OHL continúa presentando buenos resultados. Salió del sector promotor y buscó la diversificación geográfica con una cartera de obras centrada en países en crecimiento como México o Brasil. Ha logrado reducir deuda y anuncia crecimientos de ventas. En bolsa, su crecimiento de las últimas 52 semanas es del 25,04%.
Finalmente, ACS cuenta con una evolución operativa positiva, pero con una estrategia centrada en Iberdrola. La compañía que preside Florentino Pérez se ha encontrado con la oposición de Galán, y su intento de diluir a ACS para evitar su entrada en el consejo. Hochtief, su gran esperanza, se ha encontrado con el imprevisto de que su filial australiana (Leighton) no obtendrá los beneficios previstos. La idea de aumentar el valor de ACS gracias a Hochtief por venta de activos y/o cobrando dividendos quedó más que desvirtuada. A Florentino todavía le queda la esperanza de la venta de renovables, aunque la valoración de estas ha ido ajustándose hasta obligar a ACS a separar las ventas por bloques y llevarlas a cabo en distintos momentos. Además, ACS se enfrenta al vencimiento del 51% de su deuda bruta en 2012. En las últimas 52 semanas ACS ha subido un 7% en bolsa.
Mariano Tomás
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