Sí, es verdad que el Santander Central Hispano acudió a Cajamadrid para ofrecerle sus acciones en Cepsa, donde mantiene un pulso con los franceses de la petrolera Total. Pero también lo es que Cajamadrid respondió negativamente. Ni tan siquiera se entró a negociar el precio, por cuanto Cajamadrid considera que Cepsa es una gran compañía pero no le interesa entrar en el sector petrolero.
Pero es que, además, el banco acudió (al menos que haya sabido Hispanidad.com de fuentes del sector ‘ahorro') a otras tres cajas de ahorros: Bancaja, Caja de Ahorros del Mediterráneo e Ibercaja. Todas respondieron negativamente.
La razón es simple: a los franceses de Total no les interesa lo más mínimo a quién venda el Santander siempre que se produzca el deseado cambio: que ellos controlen la gestión, y no como viene ocurriendo hasta ahora, donde el banco, accionista minoritario, controla el equipo ejecutivo.
Por otra parte, hay un problema de precio.
Luego, hay que considerar la posición del Gobierno, que ha cambiado. El Partido Popular lo tenía claro: el Gobierno lucharía porque la primera petrolera española, Repsol YPF, continuara en manos españolas, pero no haría lo mismo por la segunda. Al parecer, el ministro de Industria, José Montilla, aún no ha tomado una decisión, pero podría ser más duro con los franceses.