La verdad es que el presidente del Sabadell. Josep Oliú, y el presidente y consejero delegado de Catalana de Occidente, Josep María Serra Farré, tienen poco en común. El banquero ha ido creciendo y ha formado un núcleo duro de empresarios catalanes que ya controla, tras la salida de La Caixa más del 15% del capital. Tras absorber al Atlántico, al Herrero y al Urquijo, Oliú continúa oteando el horizonte para convertirse en un gran banco. Se ha hablado de Bankinter, aunque a él le haría mucha más ilusión el Banesto. Con Banesto sí que se convertiría en el tercer grupo bancario de España.

Catalana de Occidente también tiene una historia reciente de compras aceleradas. En menos de una década ha adquirido las aseguradoras MNA, Lepanto, Nortehispania y Seguros Bilbao. Los Serra controlan el 56% de la compañía y no harían ascos a una fusión con el Sabadell. Sería ese gran banco catalán con el que eternamente sueñan los nacionalistas.

Ahora bien, es precisamente  el control total que la familia Serra tiene sobre Catalana lo que podría asustar en el Sabadell. En cualquier caso, el camino está abierto.