La aragonesa Ibercaja, unas de las pocas entidades que no ha entrado en proceso de fusión, se ha tenido que comer el 4,3% de Reyal Urbis, la principal inmobiliaria de España.
Reyal parecía abocada al concurso de acreedores pero resulta que Santander y Banesto estaban demasiado entrampados con la inmobiliaria y la han salvado por el bonito procedimiento de comprarla.
Por cierto, la actitud del Santander (por ejemplo con Reyal Urbis, Marsans o PRISA) está causando muchos enfrentamientos con otros bancos acreedores, porque el Santander suele ser el principal acreedor y aplica distintas varas de medir según se trata de uno u otro moroso, o según lo que le aconseje La Moncloa.
Eulogio López
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