Interesante noticia la que publica El Periódico y aún más interesante la foto que le acompaña. Como advierte nuestro remitente, Manuel Morillo, no se trata de una calle de Rabat, sino de Lérida.

Oiga, los musulmanes no tienen vergüenza de dar testimonio de su fe... y en campo contrario. Eso es entendible, loable y aplaudible. Habrá que insistir en la que libertad religiosa no consiste en permitir que cada cual crea lo que sea (¿como podría prohibirse eso?) sino en libertad de culto, en la libertad de manifestar mis creencias sin que nadie me discrimine por ello. Libertad religiosa es igual a libertad de culto. La que tienen los musulmanes en la Lérida cristiana sin que nadie les moleste por ello. Una procesión católica podría toparse con gestos de desprecio o algo más pero el rezo musulmán nunca jamás.

Lo malo de los islámicos no es que se recen en público en Lérida. Lo malo es que si llegan ser mayoría en Lleida prohibirán a los cristinanos rezar en Lérida... como hacen allí donde tienen la sartén por el mango. 

Eulogio López

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