Sed abortista devoradora recorre el planeta. Destacados masones del mundo de las finanzas, del petróleo, la industria, los cultivos, etc., son los verdaderos artífices de las decisiones políticas mundiales, y han acordado reducir la población mediante el aborto.
La última reunión con ese fin, tuvo lugar en mayo de 2009 en Nueva York, dada a conocer el mismo mes por periódico londinés. Al aborto le llaman salud sexual y reproductiva, lo contrario de lo que realmente significa, para que los políticos contrarios al aborto también se comprometan firmando en organismos de la ONU sin percatarse de qué se trata realmente. No importa si la población mayoritariamente está por la vida, como ocurre. Se premia a los políticos que, en esas circunstancias, logran imponerlo en sus países, que recibirán prestaciones económicas bajo esa condición. El gol del proyecto de ampliación de la ley del aborto en España o aborto libre, será, para ciertas sociedades masónicas, algo digno de celebración y ejemplo a seguir- mal ejemplo- para otros países.
¿Quiénes están en contra, con firmeza? La Iglesia, a la que critican para desprestigiarla, y las asociaciones defensoras de la vida o providas, capaces de aunar a las fuerzas sanas de la sociedad civil en el noble empeño de defensa pacífica de la vida humana. La victoria final será de los buenos, pues el aborto es cosa diabólica y Dios pondrá orden en el caos de corazones que más parecen de fieras que de humanos, sedientos como están de sangre, dinero y maldad. ¿Qué hay que hacer para que esto llegue pronto?
Rezar más. Hay demonios que sólo salen con oración y ayuno (Marcos, 9, 29), y el aborto es uno de ellos.
Josefa Morales