Sr. Director:
Los lamentables acontecimientos de los últimos días en Valencia no pueden cogernos por sorpresa.

 

Muchos lo habían anticipado en los primeros días del Gobierno popular y habían amenazado con tomar la calle, incluso con un lenguaje belicista, también lo habían hecho en Francia y después en Gran Bretaña cuando sus gobiernos tomaron las medidas necesarias.

Lo que hace cinco días comenzó siendo una protesta de un número reducido de alumnos de un instituto de Valencia se está empezando a convertir en un río revuelto del que algunos quieren sacar ganancia convirtiéndolo en icono mediático y político, las declaraciones de algunos miembros relevantes del principal partido de la oposición están en esa línea.

Por ejemplo, considero que han sido especialmente desafortunadas las declaraciones de Elena Valenciano que, sin conocimiento de causa, ha acusado a la policía de actuar de forma desproporcionada.

Presentar a los policías como opresores y a los estudiantes, ¡ojalá fueran sólo estudiantes!, como un colectivo oprimido por defender pacíficamente sus legítimos derechos ante los recortes abusivos en educación es, cuando menos, una injusta deformación de la realidad. Parece que tienen en mente le refrán "A río revuelto ganancia pescadores".

Jaume Catalán Díaz