Lamento no haberme explicado correctamente en mi carta "Libertad de horario comercial", de fecha 19 de octubre, y que dio lugar a la respuesta del señor Florencio Delgado ("Con la liberalización de horarios, solo ganan los grandes").
Yo no tengo ningún comercio, soy consumidor, y desconocía que los comercios de menos de 300 metros podrían abrir a cualquier hora y cualquier día de la semana (¿es igual en cualquier parte de España?).
Estoy de acuerdo con el señor Delgado que cualquier comerciante debe saber los derechos que le permite la ley, lo que ya no comprendo es por qué, entonces, no los aprovechan.
Mi comentario iba en ese sentido, y sostengo que con la liberalización de horarios gana el consumidor, que al fin y al cabo es el que debe ganar, puesto que ningún comercio tiene sentido si no es para servir al consumidor, ¿o no?
Creo que nadie debería perder, pero si alguien pierde será aquel comerciante que no entienda (o no acepte), que la sociedad ha cambiado y que los hábitos de consumo también han cambiado.
Creo que aquellos comerciantes que no se adapten deberían ir pensando en cerrar lo antes posible para perder lo menos posible.
Nadie puede parar las tendencias, y lo que estamos viviendo es un cambio de tendencia.
En cualquier caso, no es mi deseo crear polémica ni herir la sensibilidad de nadie, hago comentarios con el deseo de servir no de herir. Saludos desde El Bierzo.
Ángel Garnelo