- Escotet ya ha obtenido por beneficios el primer plazo pagado al Estado (403 millones de euros).
- Y el primer año prevé obtener 800 millones de euros de beneficio.
- Recuerden que compró NCG por 1.003 millones, a pagar en cómodos plazos que se extienden hasta 2018.
- Incógnita: en este negocio redondo, ¿qué necesidad tiene de emitir 270 millones de euros en bonos convertibles Llama la atención la rentabilidad ofrecida, del 10%. ¿Es que el mercado no se fía y los considera de alto riesgo
- En cualquier caso, esa cantidad representa una pesada losa para la entidad.
Para Juan Carlos Escotet (en la imagen), propietario de Banesco y vicepresidente de Abanca, la compra del nacionalizado Novagalicia Banco (NCG) no sólo le ha salido gratis, sino que encima, tendrá plusvalías importantes en muy poco tiempo. Un auténtico pelotazo.
Vamos con los números. En diciembre de 2013, en una decisión más que controvertida –no era la oferta más ventajosa para el Estado-, el FROB adjudicó la entidad gallega a Banesco, que se comprometió a pagar 1.003 millones de euros, eso sí, en cómodos plazos que se extienden hasta 2018.
El primer pago, para el que Escotet buscó financiación, lo realizó en junio de este año, es decir, seis meses después de hacerse con la entidad, y ascendió a 403 millones de euros. Pero miren: durante el primer semestre de 2014, la entidad obtuvo un beneficio de 440 millones de euros. En otras palabras: ya ha recuperado los primeros 403 millones que pagó en mayo.
Y el futuro no puede ser más favorable para el banquero venezolano. En este primer ejercicio, Abanca espera obtener un beneficio de 800 millones de euros. Es decir, que los próximos pagos que debe afrontar Escotet (100 millones el 30 de junio de 2016, 200 millones un año después y 300 millones el 30 de junio de 2018) los podrá hacer sin problemas… con los beneficios que genera la propia entidad comprada.
Y eso sin contar con los fondos que captará cuando el banco comience a cotizar en bolsa. No en vano, estamos hablando de una entidad (NCG) que recibió una inyección de capital de 9.052 millones de euros además de unas garantías por valor de 7.703 millones, a lo que hay que añadir los activos transferidos a la SAREB por valor de 10.365 millones.
La incógnita en este negocio redondo surge con la emisión de 269,6 millones de euros en bonos convertibles en acciones de la entidad resultante de la fusión de Abanca con Banco Etcheverría, fusión que votará la junta extraordinaria de accionistas el próximo 6 de octubre. La emisión, anunciada este lunes, se realizará el 1 de octubre y vence el 1 de octubre de 2019.
Llama la atención la rentabilidad ofrecida del 10% anual hasta el año 2018 y del 11% el último año. ¿Es que el mercado no se fía y los considera de alto riesgo Por cierto, el 41,5% de los bonos ya los ha comprado el propio Escotet.
Aunque el objetivo de la emisión es reforzar la estructura financiera del grupo de cara a los test de estrés, los 270 millones de euros no dejan de ser una pesada losa para la entidad.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com