Salvador Alemany asegura que por el momento no estudian entrar ni en REE ni en Enagás, "aunque forman parte de nuestro objeto social"
Era la gran operación entre empresas concesionarias de autopistas, la fusión entre la española Abertis y la italiana Autostrade, ahora Atlantia. Se anunció en abril de 2006 y obtuvo la aprobación tanto de las dos juntas generales de accionistas como de las autoridades antimonopolio de Bruselas. Era el gran sueño del hoy presidente de La Caixa, Isidro Fainé, y del consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany. Pero el gobierno de Romano Prodi se puso en medio y lo estropeó todo. Pues bien, hoy, octubre de 2007, Alemany se niega a dar por muerta la operación, pero de sus propias palabras se deduce que está agonizante. Es más, la fecha límite para renunciar a ella son los primeros meses de 2008, Alemany considera que Abertis podría retirarse incluso antes. Es más, confiesa que el proceso de absorción de Artlantia llegó a paralizar una OPA de Abertis sobre el 100% del operador de satélites Eutelsat, accionista de Hispasat, y donde la empresa catalana tuvo que conformarse con un 32%.
Todo ello ha llevado a que Alemany realizara, durante un acto de la APIE celebrado en Madrid en la mañana del miércoles, el más fiero alegato de un ejecutivo español contra el "patriotismo económico". Considera Alemany que el nacionalismo económico no hace más que retener el progreso y la integración europea. Incluso considera positiva la labor de los bancos de inversión que "crean ellos mismos la operaciones" poniendo de acuerdo a un comprador que no quería comprar y a un vendedor que no quería vender. Imagen gráfica: para Alemany esos bancos de inversión –o eso fondos de capital riesgo, que en este caso vienen a ser lo mismo- unidos "al apetito de riego de los jóvenes directivos amantes del apalancamiento" han generado un nuevo tipo de negocio, ese viejo tipo de negocio que siempre se llamó especulación, aunque Alemany, desde luego, no lo califica así.
En cualquier caso, Abertis ya advierte que no se puede reconstruir el proceso de fusión con Atlantia porque "la situación ha cambiado desde abril de 2006 hasta hoy".
Eso sí, Alemany hiló fino a la hora de enjuiciar la reciprocidad italiana. En otras palabras, la tomadura de pelo de Romano Prodi a Rodríguez Zapatero en la cumbre de Ibiza, a partir de la cual la empresa estatal pública ENEL se hizo con Endesa, mientras a Abertis se le impedía comprar Atlantia.
Por otra parte, Alemany afirma no estar estudiando la entrada en Red Eléctrica Española ni en Enagás, empresas marcadas por el intento del presidente de la primera, Luis Atienza, de fusionar ambas compañías. La respuesta de Alemany es curiosa porque al tiempo que afirma no estar estudiando la entrada en el accionariado ni de REE ni de Enagás, y de no tener opinión de una posible fusión entre ambas, asegura que son dos empresas que "forman parte de nuestro objeto social".