Abertis presentó este martes los resultados de un año difícil. Un ligero crecimiento de sus ingresos de explotación, del 1,6% hasta 3.679 millones de euros. El EBITDA descendió mínimamente: un 0,6% hasta 2.256 millones de euros. El beneficio neto se situó en 618 millones de euros, con un descenso del 9,4%, que se reduciría al 5% si se restara el impacto de los no recurrentes. Abertis continúa con su estrategia de diversificación y expansión: el 25% de su negocio no es de autopistas y el 50% de los ingresos proceden de fuera de España.
Su presidente, Isidro Fainé destacó que la compañía se adelantó a la crisis después de tener un 2008 que arrancó con un buen primer trimestre que en el segundo comenzó a dar síntomas preocupantes para la economía. Por eso, en 2009 lo que toca es la consolidación en las empresas en las que ya participa. De esta manera, lograrán también mejorar la capacidad de endeudamiento de la compañía.
Por otra parte, el consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, aseguró que son conscientes de que las concesiones culminan algún día, por lo que es necesario refrescar la cartera de concesiones: En cuanto se retome el ritmo de crecimiento, la compañía tiene que estar posicionada para volver a invertir, afirmó Alemany. Además, dan por hecho que este año el IPC no juega en los ingresos, aunque aún es pronto para saber cómo se va a desarrollar el ejercicio. Fainé reconoció que el año se presenta complicado. De hecho, prevén que el primer cuatrimestre concluya con un descenso del tráfico de entre el 7 y el 8%, a pesar de la Semana Santa.
Sin embargo, Fainé confía en que, si la globalización ha contribuido a entrar en la crisis, la globalización contribuirá a salir. Señala que con un cash flow de 1.500 millones de euros, si todo dejara de crecer, podrían mantener la política de dividendo.
Para 2009, Abertis tiene previsto invertir más de 1.400 millones de euros, que añadiendo el capex o mejora de activos, sumarán 1.700 millones de euros. Sólo Itínere se lleva 600 millones de esa inversión, mientras el resto se repartirá entre AP-7 y Sanef. Se trata de mantener el mismo nivel de inversiones del ejercicio pasado, que ya descendió un 20% desde 2.141 millones de 2007 a los 1.704 millones de 2008.