Le escribo en relación con su artículo de ayer "El infalible Federico" y, más concretamente, con la grabación de "La Mañana", para comentarle, si me permite, un par de puntos.

Sr. Director:

Sin miedo a que se me tome por un defensor ni de Federico Jiménez ni de Pedro J. Ramírez ("que el Señor me pille confesado", como dice Rosa Díez), y estando mis convicciones mucho más cerca de las de Francisco Marhuenda, tengo que decirle que no entiendo su crítica de hoy a los dos primeros.

Después de escuchar dos veces el corte, sigo convencido de que lo que plantean tanto Federico como Pedro J. es un debate que por supuesto se tiene que dar, porque la ley actual es intolerable ("100.000 abortos", recordaba Francisco). Y es un debate del todo necesario porque necesitamos la aportación de todos para articular una ley que proteja al feto, algo que, desgraciadamente, Francisco (con el que supongo Vd. comulgará) no acierta a explicar en los 15 min. de discusión. Y, si me permite le voy a resaltar algunos de los momentos que me han parecido más reveladores de la grabación:

- 39:50 - Francisco no explica en absoluto cómo se debe hacer cumplir la ley, ni siquiera, si debe hacerse cumplir. Sólo, "concienciar a la niña", ya, pero ¿cómo se hace eso? ¿qué pasa si no se la consigue convencer?

- 40:20 - "Yo sólo quiero salvar vidas humanas": de nuevo se queda en meros deseos, con los que coincido al 100%, ¿pero cómo?

"Me preocupan los otros 99.000 (abortos)", dice Francisco, y parece que está de acuerdo con Pedro J. que dice "el supuesto cuarto es un coladero", pero Francisco no dice qué hacer con para evitar esos 99.000.

- 43:00 - "Hay determinados niveles que no puedes volver hacia atrás", aún no creo que haya dicho eso.

- 44:00 - "Plazos restrictivos" dice Francisco, que parece claudicar de sus ideas de "absoluto y profundo rechazo al aborto".

- 50:20 - "Es diferente" (un asesinato con pistola y un aborto)... pues nada, ¿entonces el aborto no es un asesinato cómo decía?

Con esto le quería transmitir que, a pesar de las ideas que puedan tener Federico y Pedro J. (que no son las mías), no parece que hayan dicho paralelo a "la introducción del aborto del felipismo". 

Y me gustaría que en el próximo corte pusiera a alguien defendiendo las creencias católicas (las mías y creo que las suyas también), pero que sepa cómo articular una ley diferente a la actual y muy diferente a la que, desgraciadamente, nos quiere imponer Aído.

Pedro Pasquín Llorente

ppasquinllorente@gmail.com