Es como si para evitar accidente de tráfico, los Gobiernos incitaran a fabricar coches más rápidos y construir carreteras peor asfaltadas.

Pero las cifras son cabezotas y se empeñan en poner de manifiesto que las políticas abortistas sólo nos introducen aún más en la espiral del fracaso. En Noticias Globales exponen con detalle el caso del Reino Unido.