Son las tarifas que subvenciona la Comunidad de Madrid pero pueden extrapolarlas al resto de España- para todas aquellas desalmadas que van a una clínica abortista. Desde los 300 euros que se pagan por una interrupción voluntaria del embarazo (IVE).

Es lo que cuesta asesinar a la persona más inocente y más indefensa. A razón de 120.000 al año en todo el país.

Desglose: IVE hasta las 12 semanas de gestación con anestesia local: 300 euros. Les recuerdo que a esa edad ya tienen todos los órganos vitales. Oiga, y si se solicita anestesia general, sube hasta los 400 euros.

Si el feto tiene entre 12 y 16 semanas, la cosa sube hasta 420 euros, y si supera las 16 semanas nos ponemos en los 525. Hasta las 19 semanas te sale por 800 euros, mientras que si el niño posee más de 20 semanas,  ya tocamos los 1.000 euros por intervención. Además, para niños en gestación con más de 22 semanas nos ponemos en los 1.300 euros. Total, media, más bien mediana: 800 euros por infanticidio (más IVA, naturalmente). No deja de ser lo mismo que cobra cualquier talibán en Afganistán por asesinar a un soldado de la OTAN (1.000 dólares).

Si se opta por la píldora abortiva RU, con sus correspondientes hemorragias, cuyo tratamiento corre igualmente a cargo de los sistemas públicos de salud, es decir de todos nosotros,  nos ponemos en los 350 euros. Es lógico, dado que la RU supone, sencillamente, echar al niño por donde usted está pensando y depositarlo en el inodoro.

Sí, ese dinero se lo paga la comunidad autónoma de turno a los abortorios, quienes, naturalmente, pueden aplicar pluses sobe la tarifa oficial. Vamos a suponer que no lo apliquen, que sólo cobren  Si consideramos que en España se producen 120.000 abortos por año, y aplicando la mediana de 800 euros (insisto, la subvención oficial, porque cualquier madre canalla puede pagar más de su bolsillo) estamos ante un negocio al que financiamos con 100 millones de euros al año. Insisto: no es sino una pequeña parte del negocio del aborto quirúrgico, sino sólo lo que pagamos de nuestros bolsillos para facilitar la masacre.

Naturalmente, hablamos de aborto quirúrgico: el verdadero negocio va mucho más allá: anticonceptivos todos los que hay en el mercado actual pueden ser abortivos- dispositivos intrauterinos, Píldora del Día Después (PDD), el supernegocio de los dignísimos laboratorios Bayer, los de la aspirina), todos ellos financiados, asimismo, por el sistema público de salud. Vamos, que la muerte ha convertido en prestación sanitaria.

Para que luego digan algunos que no hay que no hay que poner en solfa la moralidad de los políticos, especialmente del PP, que se empeñan en defender que ellos sólo aplican la ley. Entre otras cosas, porque ninguna ley les obliga a pagar los abortos perpetrados en los mataderos privados, tipo Dator, Isadora, etc.

¿Cuánto vale la vida de un inocente? 800 euros. A partir de ahí, ustedes mismos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com