Pues bien, en Viztazo a la Prensa se acaba de publicar otro artículo, de Miguel Angel Loma, que explica esta aberración, la misma que, según El País, suponía un derecho humano cuya conculcación podría poner en peligro la salud de las madres. Hay que ser muy, muy cínico y muy embustero para intentar ocultar un crimen tan bestia, que remueve, al alimón, la conciencia y las tripas.
Eulogio López