Sr. Director: 
Desde el Gobierno han querido mostrar que están dispuestos a ceder en algunas cosas como negociar que las niñas deban o no tener permiso de los padres, pero no olvidemos lo que nos quieren ocultar y es lo inaceptable de esta reforma, es que se trata de la transformación del aborto en un derecho de la mujer y la absoluta indefensión en la que queda el ser humano concebido ante la voluntad unilateral de su madre.

 

Con cerca de 120.000 abortos en 2008, la satisfacción pública de las ministras del Gobierno resulta inhumana, alegría que las cámaras amigas se encargaron de recoger, tanto da si es realmente por la gratuidad absoluta en la que va a quedar el aborto como por la victoria parlamentaria que lograron. Cabe preguntarse: ¿de qué se alegraron?

Por las mujeres no será, a la cárcel no va ninguna, porque no hay ni habido en más de veinticinco años mujeres en prisión por aborto ilegal.

Jesús Martínez Madrid