Sr. Director:
El punto más alto del discurso que Ratzinger, Benedicto XVI, pronunció en la Basílica de Santa María de los Ángeles, en Asís, rodeado de los líderes de las grandes religiones del mundo, se dirigió a los que participaron como representantes de los que no creen en Dios.

 

Explicó que los "no creyentes buscan la verdad, están en la búsqueda de Dios, pero no logran encontrarlo porque en este mundo las religiones no son practicades". Por otro lado, el Papa insistió en que ni la violencia ni el terrorismo pueden ser justificados nunca, aunque en muchas ocasiones usen la religión y el nombre de Dios. La religión no debe ser justificación de la violencia, sino una herramienta para la paz.

Además, el apostolado nos invita a los creyentes a acercar a los agnósticos a Dios.

Jesús Martínez Madrid