Resulta muy elocuente que sólo hayan votado en contra del objetivo del déficit fiscal para los próximos tres años las dos autonomías del PSOE (Andalucía y Asturias) y la que gobierna el eternamente insatisfecho Artur Mas.
Lo que demuestra que no se trata de un problema de ahorro, sino de prejuicios ideológicos de quien vota en contra. Además, resulta llamativo que se trate de las mismas comunidades que menos esfuerzo hacen para cumplir con un compromiso asumido por todas las demás, lo que demuestra una falta de respeto y de solidaridad inaceptable.
Pedro García