- Los March exigen al presidente de ACS que la retirada empiece por los derivados (12%), que sólo aportan derechos políticos... y gastos.
- Tras la sentencia favorable a Iberdrola, ni los March ni los Albertos aceptan seguir perdiendo dinero.
- La familia mallorquina, además, amenaza con vender más acciones de ACS.
- En junio vence un crédito de URBASER -que no se logra vender- por más de 800 millones de euros y en 2012 hay que refinanciar un total 3.500 millones de euros. BBVA y Bankia aprietan.
- Lo que más preocupa a los constructores es Hochtief, en especial la filial australiana.
Cinco años de batalla entre ACS e Iberdrola han convertido el asalto a la eléctrica en una cuestión personal para Florentino Pérez (11% de ACS). Pero sus socios, los Albertos (12%) y la Familia March (17%) no están dispuestos a seguir perdiendo dinero. Ambos dan la batalla pérdida ante un Ignacio Galán que les ha propinado el golpe definitivo: la Audiencia de Vizcaya le ha impedido acceder al consejo de administración y ahora hay que llegar al Tribunal Supremo (cuatro años mínimo).
Florentino insiste en pelear pero sus socios no están por la labor. Los March, que le habían dado un ultimátum hasta la próxima Junta de Accionistas, y que también habían intentado que Iberdrola absorbiera a ACS -a lo que se negó Galán y el propio Florentino-, ya ni tan siquiera se preocupan de que Florentino ceda. Sencillamente se han puesto de acuerdo con los Albertos y han decidido que se ejecuten los derivados (12% de Iberdrola) que sólo proporcionan poderes políticos pero no económicos, y que han costado una sangría de dinero para nada.
Y si no lo hace, sencillamente seguirán vendiendo acciones y desaparecerán de ACS. Ya vendieron un 5% sin consultar al presidente de ACS y del Real Madrid y podrían hacerlo antes de que la situación empeore.
Los March y los primos Albertos sí aceptan que se mantenga el 7% del capital de Iberdrola. Venderlos sería una tontería, dado que aportan un buen dividendo y además, si las enajenan se toparían con una plusvalía de más de 1.500 millones de euros. Eso sí, con un 7% de capital, Pérez puede continuar su batalla por entrar en el Consejo, dado que tendría derecho a un vocal (si lo aceptan los tribunales, naturalmente).
Además de la derrota en Iberdrola, en ACS asusta la situación financiera. No han logrado vender URBASER y ahora están abocados a refinanciar un vencimiento de más de 800 millones de euros, sólo en esta filia. La necesidad conjunta de refinanciación del grupo ACS para el presente año es de 3.500 millones de euros.
Sus principales prestamistas, BBVA y Bankia, están seriamente preocupados.
Y lo peor no es eso. El principal reto actual de ACS, además de su desmedido apalancamiento es la alemana Hochtief y, en particular, la filial australiana Leighton que sencillamente, no controlan: Australia queda muy lejos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com