El pasado jueves 31, en conversación telefónica, los dos mandatarios, en nombre de las buenas relaciones de amistad entre ambos pueblos, decidieron dar carpetazo al asunto a favor de E.ON y en contra de GN. Se reducirán las condiciones de la CNE al mínimo imprescindible y el nuevo responsable de Industria, Joan Clos, queda mandatado para encontrar la salida técnica. Merkel prometió a Zapatero que si una empresa española pretende hacerse con una compañía alemana, el gobierno de Berlín no se opondrá. Y citó, a título de mero ejemplo, dos compañías: Telefónica y el Banco Santander
La próxima cumbre hispano-alemana se presenta bajo los mejores auspicios. La canciller Angela Merkel incluso está empeñada en enseñarle personalmente a Rodríguez Zapatero su tierra de origen, la antigua Alemania comunista. Atrás queda medio año de pelea alrededor de la OPA de la alemana E.ON sobre la primera eléctrica española, Endesa. Para ello, ha bastado una larga conversación telefónica mantenida el pasado jueves 31 entre la canciller alemana y el Presidente del Gobierno español. La conversación telefónica contó con testigos auditivos, como suele ser habitual en estos casos, además de los correspondientes intérpretes. En pocas palabras, Zapatero aceptó que E.ON se quede con Endesa (siempre que Gas Natural no mejore su OPA, cosa que parece imposible a día de hoy) y rebajar las pretensiones de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), las mismas condiciones que E.ON calificaba el pasado martes de expropiación, según informa el rotativo Cinco Días.
Y es que E.ON juega con las cartas marcadas, sabe que la decisión política ya está tomada y que ahora debe apretar el acelerador para conseguir lo más difícil: burlar el dictamen de la CNE, que, según la legislación española no es consultivo, sino vinculante.
De ahí también el jaleo y las declaraciones contradictorias que se han propiciado durante esta semana. José Montilla, que ya no es ministro de Industria insiste en que, con la ley en la mano, no es posible un acuerdo político. Y tiene toda la razón. Pero Montilla ya no manda y el responsable de burlar la norma sin que se note demasiado es su sucesor, Joan Clos.
Zapatero cedió en la OPA de E.ON y, a cambio, y en nombre de las buenas relaciones de amistad entre ambos pueblos Merkel aseguró a su homólogo que si una empresa española opa a una alemana, el gobierno de Berlín no se opondrá. Es más, doña Angela dio alguna que otra pista. Y así, sin que nadie se lo pidiera, citó dos posibles ejemplos de multinacionales españolas a las que no se vetaría en Alemania. Fueron estas: el Banco de Santander de don Emilio Botín y la compañía Telefónica de don César Alierta. Quizás por ello se expandía martes 5- por la City madrileña el rumor de una OPA de Telefónica sobre Deutsche Telekom, que, no en vano, la operadora alemana atraviesa su peor momento, con fuertes rumores de cambios en la cúpula. El Santander practica, y muy bien, el crédito al consumo en Alemania, pero, por el momento, no se ha planteado la adquisición de alguno de los gigantes de la banca germana.
En cualquier caso, si E.ON se queda con Endesa, el Gobierno Zapatero volcará toda su influencia en conseguir que España cuente con una empresa energética de enjundia. Y en principio, la única combinación que se ha puesto en marcha ha sido la de Iberdrola-Gas Natural-Repsol.
Otrosí, fuentes de Endesa conocedoras del acuerdo hispano-alemán advertían a Hispanidad que la postura de la compañía sigue siendo que la OPA de E.ON, aunque mejor que la de GN, no ofrece lo que realmente vale, y que por mucho acuerdo político que haya a día de hoy sigue aconsejando a sus accionistas no acudir a la OPA de la alemana y seguir confiando en el proyecto empresarial.