Quien manda en AENA es el director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal (en la imagen), pero quien ejerce como Ceo, y por tanto es conocido por los mercados, es José Manuel Vargas, quien aspiraba a ser presidente y Ceo de una AENA privatizada, donde el Gobierno no pudiera echarle.

Y todo lo que está pasando en este enigmático proceso privatizador de AENA  pasa precisamente por eso: porque el secretario de Estado, Álvaro Nadal, anda un poco mosca con el presidente de AENA, José Manuel Vargas. Los enigmas a los que nos hemos referido en Hispanidad preocupan al director de Enaire, que a fin de cuentas es el propietario de AENA y, tras la privatización, seguirá siéndolo.

Pero Vargas juega con que no es posible ni negarle su buena gestión, que lo ha sido. Ni relevarle en pleno proceso privatizador. Esta es la cuestión.

Hispanidad

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