Aguas de Barcelona, del grupo La Caixa, se marcha de la Argentina tras un nuevo desacuerdo con el Gobierno. El problema, como siempre, las tarifas. Kirchner se niega a aceptar subidas que justifiquen las inversiones del grupo y se abandona el país, a pesar de que las condiciones de salida son muy onerosas.
Aguas de Barcelona es una empresa participada por La Caixa y el grupo francés Suez. Ambos se reparten el control en cada zona del mundo. Se da la circunstancia de que en la Argentina son los franceses de Suez quienes gestionan, pero el acuerdo es total entre los socios de Agbar. De hecho, el presidente de la compañía, que también lo es de La Caixa, Ricardo Fornesa, ha insistido en que si no hay seguridad jurídica no merece la pena mantener una inversión. Es la teoría de algunas empresas españolas, de que, en algunos países hispanos cada euro invertido debe ir acompañado de un euro provisionado, para el caso que hay que recoger velas.